Como la mayoría de tradiciones, el origen del ramo de novia se remonta al antiguo egipcio, aunque en aquella época se utilizaba con otros fines.
En la antigüedad las novias llevaban un ramo con flores aromáticas de fuerte olor e incluso ajos para ahuyentar los malos espíritus y atraer la felicidad. En algunas culturas incluso el ramo se ofrecía a los dioses tras la ceremonia.
Con el paso del tiempo las hierbas se substituyeron por flores como el azahar y el ramo fue adoptando la forma que conocemos hoy en día.